DE LA ENCERRONA A LA
LIBERTAD SOLO HAY UNA PASO
La campaña electoral para las primarias (PASO), tal como
imaginábamos, viene cumpliendo con todas las expectativas que despertó antes de
su inicio; suba del dólar, tasas altas para contener a los ahorristas, chicanas
para todos los gustos, denuncias a fuego cruzado, promesas incumplidas que
vuelven a ser promesas, operaciones de los medios de comunicación, el
oportunismo inoperante de la justicia, las especulaciones de las encuestadoras
y la manifiesta intolerancia a diestra y siniestra de nuestra sociedad,
conforman el combo perfecto como antesala de una contienda electoral que
culminará en Octubre en la cual los argentinos ponemos en juego algunas
cuestiones de cara al futuro de nuestro país; y como si esto fuera poco (diría
un vendedor ambulante) la política nacional metida de lleno en el desafuero
del Diputado De Vido que promete una
segunda vuelta para su exclusión en el corto plazo según sea el resultado de
las próximas PASO.
El país atraviesa una
crisis económica de la cual no logra despegarse por más que los encargados de
resolverla intentan aplicar las pocas fórmulas que tienen a mano para tal
propósito. Haber apostado todo al ingreso de capitales externos, sin contar con
planes alternativos que contengan los conflictos de la coyuntura, ha sido uno
de los errores garrafales cometidos por la actual administración, que para
sobrellevar la inexistencia de un plan económico que dé certezas para el mundo
y para nuestro país, no tuvieron mejor ocurrencia que equiparse para reprimir a
los trabajadores que reclaman legítimamente por la defensa de su fuente
laboral; esto se hubiera resuelto tal vez, con un mejor acuerdo (no la patraña
y la puesta en escena que realizó el gobierno con un grupo de empresarios que
nunca se llegó a cumplir) con las empresas generadoras de puestos de trabajo
estableciendo una tregua seria y responsable con todos los sectores para
constituir pautas de negociación y políticas activas que permitan mantener
intactas las fuentes laborales existentes, esto es: mientras los cambios prometidos
comenzaran a dar alguna esperanza para satisfacer las necesidades de todos los
argentinos que en menos de un año y medio sufrieron la caída de su poder
adquisitivo y la calidad de vida más brutal desde la época del tristemente
célebre Martínez de Hoz.
Todas las reformas posibles que el gobierno intenta producir
para construir un nuevo modelo de país, tanto en lo político, como en lo
económico, laboral y social son pasibles de repudio por parte de la inmensa
mayoría de los argentinos que ven como el gobierno persiste en imponer un plan
de gobierno que somete a los trabajadores y sus familias a sacrificios
innecesarios aumentando las falencias que arrastra del gobierno anterior y de
las que se supone “han venido a
corregir”.
Hoy, los argentinos, nos encontramos empantanados en una
discusión estéril y sin sentido entre pasado y futuro sin poder visualizar que
en medio de estos dos extremos está el presente de millones de compatriotas que
sufren las consecuencias de un “cambio” que los tiene como variable de
ajuste.
Las próximas
elecciones, entre primarias de Agosto y las
definitivas a realizarse en Octubre próximo, dejarán en el haber del
proceso democrático, dos cuestiones que a mi juicio son de suma importancia: la
primera es que el gobierno nacional será plebiscitado por lo hecho en la mitad
de su mandato; señal elemental que el pueblo le dará al gobierno para ratificar
o rectificar su proyecto político y económico que agoniza más por sus propias
falacias (y falencias) que por la presión que ejercen los opositores; y la
segunda cuestión es la que está vinculada con la proyección que hacen aquellos
que intentan no ser succionados por la polarización desplegada por la
propaganda mediática entre Macri y Cristina y terminar siendo funcionales a
ambos extremos; esto es, quienes transitan la ancha avenida del medio como
Sergio Massa y otros.
Convengamos que la
situación no es fácil de resolver para quienes no quieren entrar en la misma
encerrona de la última elección que culminó eligiendo a Macri como Presidente
en segunda vuelta, pero déjeme que lo desanime un poco más: hasta que el pasado
no termine de ser sepultado el futuro no podrá ser visualizado con claridad;
pero créame que en el aquí y ahora también existen soluciones inmediatas que
pueden catapultar a un pueblo por encima de esta disyuntiva y salir del
laberinto de la historia en el cual se encuentra. Finalmente lo dejo con una
breve pero contundente anécdota sobre el genial Picasso:
Cuando unos oficiales
alemanes le señalaron el “Guernica” le preguntaron, ¿usted hizo eso?
No, les dijo, ustedes
lo hicieron.
VICENTE SCORDAMAGLIA
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